El progreso ha sido limitado, en parte porque el mundo enfrentó una pandemia mundial de COVID-19 sin precedentes, pero principalmente debido a una desigualdad de larga data en el acceso a vacunas que salvan vidas contra el virus del papiloma humano (VPH), el virus que causa la gran mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino, y a servicios de detección y tratamiento para el cáncer de cuello uterino y el VPH. Más del 90% de las 342,000 mujeres que mueren cada año a causa del cáncer de cuello uterino viven en países de ingresos bajos y medios.

La eliminación del cáncer de cuello uterino es posible con acciones urgentes en tres áreas: vacunación, detección y tratamiento. La vacunación de las niñas de 9 a 14 años contra el VPH es la forma principal de prevenir el cáncer de cuello uterino. Las vacunas contra el VPH son seguras, eficaces y pueden prevenir hasta el 90% de los casos de cáncer de cuello uterino.

El cáncer de cuello uterino también se puede prevenir mediante la detección y el tratamiento de lesiones precancerosas, pero se necesita trabajar más para desarrollar herramientas asequibles de detección y tratamiento temprano del VPH adecuadas para entornos de bajos recursos. En muchos casos, el cáncer de cuello uterino es curable si se detecta a tiempo y se accede a un tratamiento adecuado, mientras que los casos más avanzados también se pueden tratar con éxito si se accede a establecimientos de salud adecuados y personal sanitario capacitado.

Desde el llamado a la acción de la OMS en 2018, estamos aún más convencidos de que el cáncer de cuello uterino se puede eliminar. Esto se basa en varios desarrollos importantes:

1. Después de años de limitaciones en el suministro de vacunas contra el VPH, las compañías farmacéuticas han aumentado la capacidad de fabricación, y más se han unido al mercado, para satisfacer la demanda en los próximos años.

2. La recomendación de la OMS de 2022 de que un régimen de vacunación contra el VPH de una dosis tiene una eficacia y una duración de la protección comparables a un esquema de dosis múltiples en niñas de 9 a 14 años facilita que los países superen los desafíos logísticos y de recursos, y aumenten los niveles de cobertura de vacunación.

3. Las actualizaciones de las directrices de la OMS sobre detección y tratamiento, incluido el fortalecimiento y la ampliación de los servicios para el tratamiento del cáncer de cuello uterino invasivo, ayudarán a los proveedores de atención de la salud a atender mejor a las mujeres de todo el mundo. 

4. Países como Australia y Ruanda han logrado un excelente progreso hacia la eliminación, lo que demuestra la necesidad y el poder de los compromisos políticos y financieros de alto nivel.

Al aumentar el acceso y la aceptación de la vacuna contra el VPH entre las niñas de 9 a 14 años, junto con programas sólidos de detección y tratamiento para mujeres, tenemos una oportunidad histórica para prevenir el cáncer de cuello uterino, reducir drásticamente las muertes y eliminar una enfermedad devastadora.

Tenemos las herramientas para eliminar el cáncer de cuello uterino. Debemos hacer todo lo posible para participar en la acción colectiva y convertir esta oportunidad en realidad para lograr nuestros objetivos de salud global, incluidos varios Objetivos de Desarrollo Sostenible y metas globales.